La Maleta

Soy profesor de Geografía e Historia y un apasionado de los viajes. Si quieres conocer el mundo, su historia y sus paisajes, debes coger tu maleta, no muy llena para poder traerte cosas y recuerdos, y salir a los caminos, aeropuertos, carreteras y lo que sea. Cualquier cosa menos quedarse en casa.
Con mi labor quiero transmitir mi pasión: conversando, escribiendo, colaborando en radio y lo que haga falta, porque adoro conocer cosas nuevas. Me enriquece. ¿Te apetece acompañarme? Conocerás lugares, curiosidades y los sitios que bajo mi criterio son imprescindibles y no os podéis perder ¿Hacemos la Maleta?

jueves, 2 de junio de 2016

BOLONIA -la ciudad de los muchos nombres- (ITALIA)

Italia es un lugar imprescindible para todo viajero que se precie, especialmente a nivel artístico, histórico y cultural. Incluso religioso. Todo el mundo debería visitar al menos una vez en la vida (o más a ser posible) Roma, Venecia, Florencia, Pompeya e incluso Milán. 

Pero Italia es mucho más: la romántica Toscana con sus pueblecitos y sus viñedos; el norte alpino y el entorno del lago Como; la región de La Marche con sus ducados y sus paisajes de ensueño; el sur y la isla de Sicilia... 

Hoy nos vamos a centrar en la capital de la región de la Emilia Romaña, en la ciudad de Bolonia, la puerta hacia el este del país, hacia el mar Adriático. Uno de los principales nudos de comunicaciones de Italia que se sitúa entre el río Reno y el río Sávena a los pies de los Apeninos.

Bolonia es un destino que aún no está masificado, afortunadamente para el viajero y desafortunadamente para la economía local, y que queda fuera de las grandes rutas turísticas italianas.

A Bolonia se la conoce como la Ciudad Roja, por el color de los tejados de los edificios del casco antiguo. También se la conoce como "la Docta" por ser la sede de la Universidad más antigua de occidente. Y como "la Grosa" por ser uno de los lugares de Italia donde mejor se come.

Una ciudad fundada por los etruscos y a la que llamaron Felsina, luego ocupada por los romanos que le llamaron Bononia y que fue una de las paradas principales de la via Emilia. Durante el dominio pontificio en la Edad Media vivió su época de mayor esplendor llegando a ser sede de la coronación del emperador Carlos V por el Papa Clemente VII. Fue ocupada por Napoleón en 1796 y posteriormente por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Una historia muy agitada que ha dejado huella indeleble en todos los rincones de la ciudad.

Detalle de la obra “Entrada triunfal de Carlos V en Bolonia”,
 Juan de la Corte, principios del siglo XVII.
Bolonia tiene uno de los cascos antiguos medievales más grandes de Europa, con una característica esencial que la UNESCO ha valorado como Patrimonio de la Humanidad, sus más de 40 km. de soportales o pórticos (portici en italiano). 

Y ¿por qué tantos pórticos? Al ser una ciudad medieval amurallada y universitaria, tenía mucha población y necesitaba aprovechar el espacio. Casi todas las familias querían ganar espacio en sus viviendas y construían una habitación más sobre la calle que luego alquilaban a los estudiantes venidos de toda Europa para aumentar sus pocos ingresos. Pero como las calles eran estrechas, debían de hacerlo "en el aire" y así fueron surgiendo los soportales por toda la ciudad. De todos los soportales, el más conocido es el que te lleva hasta el Santuario de San Luca, un pórtico con 666 arcos... Curioso número con reminiscencias diabólicas. La primera de la ciudad... No será la última.

Il portico de San Luca a Bologna

LOS IMPRESCINDIBLES DE LA MALETA
(ranking de aquellas cosas que consideramos imprescindibles en este viaje)

Número 5

La última Ducati que fue campeona del mundo.
Bolonia destaca especialmente por ser la ciudad del motor, no obstante aquí han nacido nombres míticos para los aficionados a las dos y a las cuatro ruedas. Para los moteros, es la sede de la marca y del museo DUCATI, las balas rojas. La factoría fue fundada en 1926 y aún hoy compite en el campeonato del mundo de MOTOGP. En su museo, podemos admirar todos los modelos fabricados por la marca desde la Cuscciolo hasta la Desmosedici. También observaremos entre otras la moto con la que consiguieron su último entorchado mundial pilotada por Casey Stoner, la de Il Dottore Rossi y muchas más.

En cuanto a las 4 ruedas, es la sede y factoría de las dos casas más famosas del mundo de automóviles de superlujo: la casa MASERATI (que en su logo luce el tridente de la fuente de Neptuno que preside la plaza homónima símbolo de la ciudad de Bolonia) y la casa LAMBORGHINI. 

La casa Maserati fue fundada en 1914 y hoy es propiedad del gigante de la automoción FIAT, pero ha dado al mundo de la competición coches míticos pilotados por pilotos tan conocidos como Juan Manuel Fangio, el último en hacerlos campeones del mundo de automovilismo. 

La marca fundada por Ferruchio Lamborghini ha fabricado desde 1964 coches de lujo, desde el 350GT hasta el último modelo llamado el Aventador Roaster.

Y muy cerca de Bolonia está el autódromo Enzo e Dino Ferrari, en la localidad de Imola, donde se suele celebrar el Gran Premio de San Marino y que da la posibilidad a Italia de albergar dos grandes pruebas de coches y motos anuales.

Número 4

Nos acercamos a la ciudad y como toda ciudad medieval que se precie, podemos imaginar como era su muralla gracias a las puertas que aún quedan. La muralla fue derruida en el siglo XX por el propio crecimiento de Bolonia, pero tenía tres cinturones sucesivos de muros de defensa, desde la época de los etruscos en el sigloVII a.C. El tercer cinturón, del que aún se conserva algún elemento visible y sus puertas, data del siglo XIII y tenía alrededor de 7'5 km. de diámetro.

La Finestrella del Canal del Molino
Pero hay un elemento aún más característico de Bolonia que está presente, aunque solo ya se puede ver una mínima parte, y son sus canales subterráneos. Es una ciudad muy húmeda, que asa a sus habitantes en verano y los congela en invierno. A Bolonia se la conocía como la Piccola Venecia, ya que disponía de una amplia red de canales navegables que se usaban para el transporte de mercancías y hacer girar los molinos, entre otras cosas. Poco a poco se fueron tapando según crecía la ciudad y derivaron en cloacas.

Hoy se puede observar uno de ellos aún abierto, el Canalle delle Molline, y se puede hacer a través de una pequeña abertura que se llama la Finestrella. Una imagen pintoresca que nos transporta a otro tiempo vivido por la urbe. Una parada obligatoria en nuestra ruta.

Número 3

El corazón de Bolonia es sin lugar a dudas, su Piazza Magiore y la adyacente Piazza di Neptuno, el lugar de inicio y fin de todas las rutas que recorren la ciudad. Hay mucho que observar en esta plaza y vamos a destacar unas pocas cosas, pero puedes estar perfectamente casi una jornada entera sin salir de la plaza y no te cansarás de conocer cosas nuevas. Comenzamos:
  • Uno de los símbolos de Bolonia es la Fuente de Neptuno o como la llaman los boloñeses Il Gigante, una imponente estatua de bronce obra del escultor Giambologna. Una escultura renacentista que representa a un dios de las aguas desnudo, vigoroso y acompañado de eróticas ninfas que representan la fertilidad de los ríos. El escultor quería representar los atributos del dios de mayor tamaño que lo que la decencia de la iglesia de la época le permitió. pero no se rindió y para salirse con la suya, decidió utilizar el intelecto y un engaño. Usando el pulgar de la mano y colocándole de una manera concreta, consiguió que parezca que Neptuno tiene el pene erecto, y eso solo se puede desde una posición concreta, usando un efecto óptico. Los boloñeses han indicado el lugar exacto desde el cual se puede a observar dicho efecto con una baldosa más oscura que el resto, que pasa desapercibida si no conoces la anécdota. ¡Venga, a mirar el suelo y a buscar la posición! Otra curiosidad de la fuente es que es el punto de reunión de los estudiantes de la Universidad por la noche y existe un rito de obligado cumplimiento para todo aquel que se disponga a realizar un examen en la Universidad, si quiere aprobarlo claro. Se deben dar dos vueltas a la fuente en el sentido contrario a las agujas del reloj si quieres tener éxito en la tarea... Esto rememora las dos vueltas que dio el escultor reflexionando sobre el proyecto de la fuente y la anécdota antes mencionada.
Estatua de Gregorio XIII
  • El Palazzio Comunale es el símbolo del poder de la ciudad. La historia de Italia nos habla de ciudades estado que competían entre si por el dominio de amplias zonas en la Edad Media y en la Edad Moderna. Bolonia era una de ellas y el palacio Comunal su emblema de poder. Era la fortaleza dentro de las murallas, la ciudadela y último reducto en caso de necesidad. Por tanto, aún hay restos de ese pasado de función militar, como los fosos, el basamento salido hacia fuera para evitar que los posibles atacantes quedaran en un ángulo muerto de visión, etc. Pero claro, tanto tiempo ha dado pie a un sinfín de reformas, ampliaciones y adecuaciones a los tiempos actuales. Por simplificar, hoy en día su interior es un gran museo con muchas obras de valor en su interior. Pero nos centraremos en lo visible, en la fachada, que preside una colosal estatua de un boloñés ilustre, Gregorio XIII, el papa que reformó el calendario juliano y lo adecuó (especialmente corrigiendo el asunto de los años bisiestos que provocaban un desfase de 11 días -más información haciendo click aquí-) de tal forma que hoy en día seguimos sus pautas en todo occidente. Sobre el dintel de la puerta la estatua nos recuerda la figura de una persona importante en el devenir de la Humanidad. Una anécdota de la estatua es que, con la invasión napoleónica, los boloñeses querían proteger la estatua y que esta no fuera convertida en balas de cañón por los franceses y para ello, pusieron una placa sobre la misma en la que hacían referencia a San Pedro. Los franceses, creyendo que era San Pedro, el fundador de la Iglesia, se contuvieron en su afán y la respetaron. El engaño urdido dio buen resultado ya que aparece representado con la tiara pontificia y las llaves del cielo en su mano, y Gregorio XIII aún preside la plaza mayor. Adosado al edificio podemos encontrar la Sala Borsa, una biblioteca multimedia orgullo de los boloñeses. En su sobrio fachada las fotos de los mártires partisanos italianos caídos en la invasión nazi, y es que Bolonia no solo es roja por sus tejados… Hay una esquina que siempre tiene flores, lugar que usaban los nazis como paredón para los fusilamientos públicos de dichos resistentes al poder de la esvástica. Un lugar sobrecogedor.
Palazzio de la Podestá
  • El Palazzio della Podestà, es el más antiguo de todos y comenzó a erigirse en el siglo XIII. Ha tenido muchos usos, entre ellos el de teatro por ejemplo. Sobre el mismo, el campanario que servía para llamar a asamblea a los ciudadanos o para avisar de los peligros que se avecinaban. La curiosidad de este palacio, que también ha sido famosa prisión de personajes ilustres de cabezas corononadas, está en la base de dicho campanario, que da lugar a un pórtico de paso llamado el Arco de los Susurros. Los cuatro santos protectores de la ciudad están ubicado en las cuatro esquinas de dicho arco pero con la peculiaridad de que en la base de sus pies se diseñó un sistema de audio propio. Si una persona se coloca bajo la estatua de un santo cara a la pared y otra en el santo ubicado en la diagonal contraria, también cara a la pared, por mi bajito que se hable se escucha perfectamente a pesar de los 7 u 8 metros de distancia que les separan. Cuentan que así se hizo para las confesiones de los enfermos, leprosos o apestados, para evitar la exposición directa a la enfermedad de los sanos. Se podía confesar, hablar y dar paz a las almas sin riesgo de contagio directo. Ingenioso.

Fachada de San Petronio
  • Pero sin duda alguna el edificio más importante de la plaza mayor es la gótica basílica de San Petronio, un edificio monumental, la quinta iglesia de mayores dimensiones de la cristiandad, con 132 metros de largo y 60 metros de ancho. Inicialmente fue diseñada para superar a la basílica de San Pedro del Vaticano (el tamaño sí que importa). Pero la intervención papal posterior la frenó en seco y se decidió cerrarla con su monumental fachada. Aunque esa es una de sus características principales. Una fachada rica y repleta de bellos mármoles en su parte inferior, pero que al perder importancia y relevancia la ciudad por los avatares de la Historia, tuvo que ser concluida precipitadamente y con materiales baratos, ladrillo principalmente. No obstante, es espectacular y entrar en su interior es un deleite para los sentidos. Fue elegida por uno de los hombres más poderosos de la edad Moderna, Carlos V de Alemania, para su coronación como emperador del Sacro Imperio Romano Germánico a manos del Papa Clemente VII. 
  • La Meridiana
  • Hay mucho que ver en su interior pero vamos a destacar dos elementos sobre el resto. El primero de ellos es la conocida como la Meridiana. En un pequeño orificio situado estratégicamente sobre el techo de una de las naves laterales se proyecto todos los mediodías un haz de luz que se refleja sobre una línea sobre el pavimento de 70 metros de longitud, indicándonos la posición del sol dependiendo de la época del año. Los geógrafos de la Universidad podían venir a estudiar y observar los solsticios y equinoccios, los paralelos y los meridianos gracias a este ingenioso y sencillo artilugio. El segundo elemento se ubica en una capilla lateral, donde hay un fresco de gran tamaño titulado el Infierno, el Paraíso y la Coronación de la Virgen, inspirado en la Divina Comedia de Dante. Pero su individualidad reside en que está representado Mahoma entre las figuras que residen en el Infierno. Para los musulmanes, representar a Mahoma en imágenes es una ofensa y el fresco ha sufrido ataques y multitud de tentativas contra el mismo. Por tanto está rodeado de fuertes medidas de seguridad.


Parada y fonda


Después de visitar la Piazza Maggiore y antes de continuar nuestra visita con el número 2 de nuestro ranking creo que deberíamos hacer parada y fonda. Recordamos que Bolonia es conocida como la Grosa, por la bien que se come y no es un mito. Doy fe de ello.


Lo más conocido de Bolonia es sin duda, los tagliatelle al ragú, con la famosa salsa de tomate y carne picada que todo el mundo conoce como salsa bolognesa. Por algo será. No pidan ustedes salsa boloñesa en Bolonia. Ahora que ya conocen el secreto pidan correctamente. O hagan ustedes lo que quieran que son dueños de sus palabras… En definitiva, una pasta al dente, una salsa espectacular… Imprescindible. Pero si van a etar más tiempo y quieren probar otros platos, recomendamos los tortellini in brodo (en sopa) que están muy ricos.

También es imprescindible probar la mortadela, originaria de Bolonia, que es mucho más sabrosa y grande que la que estamos acostumbrados a comprar en los supermercados. Y a pesar de que es de la vecina Parma, aquí también se elabora un delicioso queso parmesano y el famoso prosciutto (jamón).
Y si tan solo le apetece un tentenpie, hay una pastelería-cafetería espectacular llamada Gamberini en la Via Ugo Bassi que, como yo, recordarán con la boca hecha agua tiempo después.


Dulces de Gamberini


Número 2

Otro de los emblemas de la ciudad, mucho más visible por razones obvias, son las Dos Torres. No vamos a hacer la fácil referencia a Tolkien, porque son mucho más antiguas y reales. Las dos torres son simplemente las más altas de la ciudad, pero hay muchas más. Las familias boloñesas, no muy bien avenidas entre si y proclives a las disputas por el control de la ciudad,  construían palacios-fortaleza donde refugiarse cuando las disputas intestinas se iban de las manos. Además de ser elemento defensivo, también eran símbolo de poder y de prestigio. A mayor altura y solidez, mayor poder y prestigio para la familia. Una vez más, el tamaño sí que era importante para los boloñeses. Como símbolo fálico también tendría un recurrente comentario que voy a obviar, aunque es muy difícil abstraerse.

Las torres tenían las puertas ubicadas a varios metros de altura y a ellas se accedía por una pasarela de madera. En caso de necesidad, se cerraba la puerta, se derruía la pasarela y el acceso para los enemigos se complicaba, un factor de tranquilidad para sus moradores.

Las dos torres.
Las dos torres más conocidas, que además están una al lado de la otra son la torre Garisenda, de 48’16 metros de altura, peligrosamente inclinada ya por el tiempo y el hundimiento progresivo de sus cimientos. No es visitable por el evidente riesgo de accidente aunque se está tratando de preservar. Difícil misión luchar contra el tiempo y los elementos para una construcción de estas características. La más alta de las torres, es la torre Asinelli, de 97’20 metros de altura. La reina suprema del skyline boloñés. Esta torre sí que es visitable, pero ojo, hay otra leyenda estudiantil al respecto que dice que aquellos que suban arriba del todo no finalizarán con éxito sus estudios universitarios. Yo por si acaso no subí, y me costó mucho superar las ganas, porque adoro las alturas y sus vistas. Pero lo haré cuando finalice el doctorado. No vaya a ser que la liemos… En cualquier caso, visita ineludible e imprescindible en nuestra ruta.

Número 1

El edificio y la institución más importante de Bolonia es sin lugar a dudas su Universidad, el Alma Mater Studiorum, la universidad más antigua de Occidente fundada en 1088. En la actualidad se ha revitalizado su nombre y todos los que andamos vinculados al mundo educativo y/o universitario hemos oído hablar del plan Bolonia, gestado entre estos muros, que rige los designios de la educación europea en la actualidad. Y no fue casualidad elegir este lugar para tal fin.

Aula Stabat Mater
La Universidad de Bolonia ha contado con alumnos tan ilustres como Dante, Petrarca, Copérnico, Thomas Becket, Erasmo de Rotterdam y un largo etcétera. Destacan sus estudios en Humanidades, especialmente lo relativo al Derecho. La rama de los legistas, que aquí se preparaban para después repartirse por toda Europa, estudiaba oratoria clásica por poner solo un ejemplo. También hubo una importantísima facultad de Teología. Pero la otra rama importante de estudios era la de los artistas con disciplinas como la Medicina, la Filosofía, la Matemática, la Física y las ciencias naturales en general. Aunque según los legistas eran estos últimos estudiantes de segunda y o se mezclaban con ellos, teniendo incluso escaleras distintas exclusivas de acceso a las aulas. 

Escudos heráldicos
de la Universidad
El edificio antiguo y original (hoy en día hay muchas más modernas sedes de la Universidad) no tiene un acceso majestuoso como la de Alcalá de Henares por poner solo un ejemplo. Se accede por una pequeña puerta que puede pasar incluso desapercibida entre las muchas que hay, como no, en los largos pórticos de la ciudad. La principal característica y que más llama la atención no es su claustro, sino las paredes de sus pórticos, repletas de escudos heráldicos pintados al fresco en techos y paredes laterales. Hay más de 7000 escudos diferentes de las más importantes familias nobiliarias de toda Europa, que enviaban a sus vástagos allí a estudiar y que con sus aportaciones económicas generosas ganaban el derecho a representar su escudo en sus paredes.



Archigimnasio
También es fundamental visitar su biblioteca que cuenta con más de 35.000 volúmenes de gran valor. Y el Aula Stabat Mater, aula magna de los legistas, con las paredes repletas de libros y de los escudos de las familias más importantes y con una gran águila bicéfala símbolo del poder imperial.
Pero la estancia más interesante del edificio es sin lugar a dudas el Archigimnasio, un teatro anatómico donde se impartían las clases de anatomía y se diseccionaban los cadáveres. Tiene forma de anfiteatro y está recubierta de madera. La presiden un buen número de estatuas entre las que destacan la de los dos médicos más conocidos de la Historia, Hipócrates y Galeno. Un lugar imprescindible y de obligada visita a pesar de los tres euritos que cuesta acceder. Una buena inversión.

Piazza Santo Stefano
Hay muchos más rincones y preciosos lugares que visitar en la joven y bulliciosa Bolonia: la Piazza Cavour o la Via de la Independenzia, donde puede usted hacer shopping; el apacible y espectacular Santuario de san Luca, al que se accede por el famoso pórtico de 666 arcos; la Piazza de Santo Stefano presidio por la basílica homónima, lugar de ocio nocturno por antonomasia de la ciudad y que alberga un edificio dónde el diablo nos observa; la casa Stagni, curiosamente relacionada con el consumo de cannabis en la edad media; el edificio de las Tres Flechas con una curiosa leyenda con mujer desnuda de por medio; la majestuosa Catedral ubicada en la calle Mayor.

Pero nos reservamos todos estos lugares para una próxima ocasión, porque estamos seguros de que volveremos a Bolonia.

Ciao.


Hasta la próxima. No dejen de soñar. 



2 comentarios:

  1. ¡Muchas gracias, felicitaciones!
    Queda perfectamente representada Bolonia y su espíritu. Sólo falta resaltar la amabilidad de su gente para con el visitante. ¡Saludo cordial!

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    1. Gracias. Si que es cierto que son gente muy amable. Incorporaré dicha sugerencia al post en cuanto tenga oportunidad.
      Un saludo

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