La Maleta

Soy profesor de Geografía e Historia y un apasionado de los viajes. Si quieres conocer el mundo, su historia y sus paisajes, debes coger tu maleta, no muy llena para poder traerte cosas y recuerdos, y salir a los caminos, aeropuertos, carreteras y lo que sea. Cualquier cosa menos quedarse en casa.
Con mi labor quiero transmitir mi pasión: conversando, escribiendo, colaborando en radio y lo que haga falta, porque adoro conocer cosas nuevas. Me enriquece. ¿Te apetece acompañarme? Conocerás lugares, curiosidades y los sitios que bajo mi criterio son imprescindibles y no os podéis perder ¿Hacemos la Maleta?

viernes, 24 de junio de 2016

LA HABANA - la ciudad congelada en el tiempo - (CUBA)

Haciendo click aquí, podéis escuchar el podcast de La Maleta dedicado a LA HABANA en la sección de la Maleta del programa de www.CVRadio.es Valencia 94.5 fm Las tardes con Marina

Hasta ahora les hemos ofrecido destinos relativamente cercanos y muy asequibles de precio. Destinos que sirven para una corta escapada de tres o cuatro días. Pero hoy, ya que se acercan las vacaciones y tal vez cobren la paga de junio y, tal vez dispongan de más tiempo para viajar, les vamos a proponer un gran viaje, de al menos una semana de duración. Vamos a "saltar el charco" y nos vamos a América. Nos vamos a la República de Cuba.

Bandera de la República de Cuba

La isla de Cuba es conocida como la Perla del Caribe, la más grande de las islas Antillas que en forma de media luna, cierran desde México el mar Caribe para dar paso al Océano Atlántico.


Hay dos maneras de preparar el viaje:
  • Por agencia de viajes, lo más accesible suelen ser los paquetes que te ofrecen por aproximadamente 1000 euros una estancia de siete días en régimen de media pensión, tres días en La Habana y cuatro días en un hotel de la playa de Varadero. Los vuelos suelen partir desde Madrid, Barcelona e incluso Alicante. Es este el típico viaje, el que más gente hace.
En rojo, la isla de Cuba, la más grande de las Antillas.
  • Por libre, si buscan bien los vuelos pueden conseguir pasaje de ida y vuelta a Cuba por entre 500 y 700 euros desde Valencia, con escala en París. Este es el viaje que recomienda La Maleta, pues la estancia en La Habana de tres o cuatro días será la misma, pero podrán elegir alojarse en varios hoteles de La Habana e incluso otro tipo de alojamientos que reducen algo los costes de estancia y además, cambian el típico Varadero por una estancia de cuatro días en alguno de los increíbles y paradisíacos cayos de Cuba (Cayo Coco, Cayo de Santa María, Cayo Largo...), algo muy distinto a Varadero y muchísimo más recomendable. Con aproximadamente 2000 euros tendrán ustedes acceso a uno de esos viajes que jamás podrán olvidar. 

Mapa de la ciudad de La Habana con su bahía y sus alrededores.

Y su capital, nuestro destino de hoy, es La Habana, una ciudad de dos millones de habitantes que posee una bahía natural estratégicamente ideal por su forma y ubicación, que pronto se convirtió en el puerto más importante de América tras la conquista española a partir de finales del siglo XV, siendo conocida como la llave del Nuevo Mundo.

Escudo de La Habana,
la llave del Nuevo Mundo
La Cuba precolombina era una isla poco habitada por habitantes indígenas de muy bajo desarrollo técnico y nivel de vida. Tras la llegada de Cristóbal Colón en 1492 y sus sucesivos viajes de exploración, vino la conquista de la isla y el gobernador hispánico Diego de Velázquez, fundó La Habana en 1514.  Fue el puerto comercial más importante del Caribe, sobre todo con productos como el azúcar, el tabaco y lugar de reunión y concentración de mercancías de la famosa Flota de Indias, que llevaba las riquezas del Nuevo Mundo hacia la Península Ibérica. La bahía fue tremendamente fortificada para proteger las riquezas de los ataques piratas. La población autóctona fue esclavizada gracias al injusto derecho de Encomienda. La no aceptación y resistencia a este hecho junto con la gripe traída desde Europa, acabó con más del 90% de los habitantes naturales de la isla. La necesidad de más mano de obra dió pie a la llegada de esclavos africanos convertidos en esclavos, hecho que transformó por completo la isla y sus futuros habitantes.

Y así, bajo dominio español, estuvo sometida Cuba hasta el siglo XIX. Los primeros intentos serios de independencia fueron protagonizados por José Martí, pero no fue hasta 1898 y gracias a la  ayuda e intervención de los Estados Unidos de América, que tras el famoso hundimiento del Maine, declararon la guerra a España y pasaron a ser los dominadores de la isla.

Mafiosos y dictadores en Cuba
Esta época, especialmente los años 40 y 50, se caracteriza por la corrupción de las autoridades cubanas entregadas al soborno y los chantajes de los mafiosos norteamericanos que se aposentaron en Cuba, desarrollando con impunidad en suelo cubano las prohibiciones de juego y alcohol que había impuesto entre otras, la ley seca en USA. Las familias de la Cossa Nostra más poderosas como la controlada por el famoso mafioso Lucki Luciano, se construyen hoteles, casinos y cabarets para satisfacción de ricachones estadounidenses y celebrities como Frank Sinatra, Ava Gadner, Gary Cooper, Walt Disney o Ernest Hemingway entre otros. Todos ellos amparados por el dictador Fulgencio Batista.

Fidel, Camilo, el Ché... Entre otros.
El pueblo cubano sufre penurias y represión hasta que aparece la figura de Fidel Castro, que junto a Camilo Cienfuegos y el argentino más conocido después de Maradona, Ernesto Che Guevara, protagonizarán una revolución en 1959 que pervive en la actualidad y cuyas consecuencias llegan hasta nuestros días. Además de la ideología revolucionaria que enfrenta Cuba con el modelo norteamericano, Castro busca apoyo en la URSS en el marco de la Guerra Fría y se provoca al inicio de los 60 la crisis de los misíles, momento en el cual la humanidad estuvo más cerca de la destrucción por culpa de un enfrentamiento con armas nucleares. Pero este conflicto provocó por parte de los Estados Unidos el bloqueo económico y comercial de la isla de Cuba que se ha mantenido hasta nuestros días y que ha congelado en el tiempo el progreso de la isla.

¿Por qué ir a La Habana?

Hay muchas razones para visitar la ciudad y estas que proponemos son solo unas modestas razones:
Habana Vieja
  • Las huellas de su PASADO: el casco histórico de la Habana Vieja fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. Se conserva relativamente bien y se está invirtiendo en su conservación y restauración, aunque nunca es suficiente. Pero además de su casco histórica de corte colonial, con palacetes y monumentos en piedra al más puro estilo español, el resto de la ciudad y sus elementos se han quedado atrapados en el tiempo, como si de un parque temático de los años 50 se tratara. Pero todo lo que vemos es real, decadentemente cierto. Y eso, aunque un poco triste, tiene su encanto. El bloqueo económico que mantienen los Estados Unidos desde 1962 ha impedido modernizar Cuba. Los coches son aún los de mitad de siglo que trajeron los mafiosos americanos, los almendrones como les llaman los cubanos, que al no tener un motor muy moderno, expulsan humo a porrillo y hacen del olor a gasolina de La Habana una de sus principales características y una de las primeras cosas que percibes al aterrizar y bajar del avión: el olor a petróleo que lo inunda todo.  
    Los famosos almendrones.
    También hay algún que otro Lada que trajeron los soviéticos y los autobuses no son tal, son más bien camiones sin ventanas que ejercen dicha función. Las tiendas están medio vacías y no hay restos de la influencia del consumismo capitalista por ningún lado. La gente se desplaza en los Cocotaxis, una opción barata y divertida. Las carreteras no están muy cuidadas, pero son suficiente para el poco tráfico que soportan. En definitiva, que la historia de Cuba afecta al desarrollo y a la esencia de la ciudad y de sus habitantes y es ese uno de sus principales atractivos. Y todo salpicado por frases anti-imperialistas, proclamas revolucionarias y fotos de Fidel y del Che Guevara por todas partes.
El Malecón 
  • Su CLIMA tropical: las altas temperaturas todo el año, su temporada de lluvias que viene a durar unos cinco meses y su elevada humedad, hace de Cuba una isla de vegetación exuberante. De marzo a septiembre es temporada de lluvias, aunque suelen ser tormentas rápidas, que pasan enseguida y dejan paso de nuevo al sol. Igual que vienen, se van. Y hay riesgo de huracanes especialmente en julio y agosto. Por ese motivo creemos que la mejor época para visitar Cuba es entre octubre y febrero, estación más seca y con una meteorología mucho más estable.
  • Sus PAISAJES: la Sierra Madre es la cordillera que se considera la espina dorsal de Cuba, lugar de vegetación frondosa, casi selvática, ideal para esconderse y realizar la guerra de guerrillas como hicieron los revolucionarios liderados por Fidel Castro. Las condiciones de vida son durísimas, pero la belleza salvaje de su paisaje no deja indiferente al viajero. El norte, con la zona de Pinar del Río se dedica más a la plantación de la planta del tabaco y el sur más a la caña de azúcar. Aunque lo que más llama la atención de cualquier isla del Caribe son sus playas paradisiacas, con fina arena blanca y aguas de color turquesa... Y sí, no es un sueño, es real... ¡Existen!
    Varadero
    Las agencias suelen vender la zona de Varadero con esa promesa pero no es del todo real. las playas de Varadero son buenas, cierto, pero no son lo que comentamos. Eso está en Cuba aunque un poco más alejado, en lo que conocemos con el nombre de cayos, lenguas de tierra en medio de barreras de coral y rodeadas de manglares (zonas de agua y vegetación poco profundas) Las grandes cadenas hoteleras han construido sus resorts y hoteles con todo incluido en estos cayos y lo cierto es que han escogido buenos lugares: Cayo Coco, Cayo Largo, Cayo de Santa María... Poca gente, playas de postal, tranquilidad y todos los servicios que imagines a tu alcance. Están un poco alejados de la capital pero no es aro ir y vale muy mucho la pena. Cerca de La Habana, hacia el este, hay playas pero son muy normalitas y hacia el oeste, las de Varadero como ya hemos dicho están bien, pero no son lo que enseñan los folletos turísticos. esas playas están en los cayos.
Cayo Coco (Cuba)

  • Su CULTURA en la más amplia concepción de la palabra, marcada por su cruce étnico entre la cultura africana, americana y aderezada con la tradición española colonial. Una mezcla que se demuestra en los iconos de Cuba que son entre otros:
    Músicos callejeros en la Habana Vieja
    • Si por algo es conocida Cuba es por su música y sus bailes. La mezcla de ritmos de las culturas antes citadas le dan un carácter único y han ayudado a desarrollar otros ritmos. La música clásica ha dado a grandes intérpretes cubanos: violinistas, pianistas, guitarristas... Pero lo más conocido es su base rítmica multiétinca que da pie al son, a la guajira, la rumba, la guaracha, el bolero, la trova, el mambo, la comba, la salsa, el jazz, la habanera e incluso el actual reaggeton y hasta el hip hop. Sería muy largo de explicar, pero lo que si está claro es que los cubanos llevan el ritmo en la sangre y se mueven y bailan como nadie. Celia Cruz,  Elsa Baeza, Gloria Estefan, Elíades Ochoa, Silvio Rodriguez, Jon Secada, Antonio Machín, Orishas, Pablo Milanés, Pancho Céspedes, Compay Segundo... La lista es interminable. El arte recorre las venas de los cubanos con cualquier estilo musical, sea clásico o moderno, desde el ballet hasta los ritmos latinos.
    Calle Tacón de La Habana.
    • La artesanía cubana de vivos colores son en general de los materiales más básicos accesibles a todo el mundo, hechos a mano en su inmensa mayoría, combina la utilidad, con lo ornamental y lo ritual. tallados de madera, alfarería, pulseras y collares, tambores y maracas, y todo tipo de objetos relacionados con la santería.  Aunque el producto elaborado más famoso de Cuba es el tabaco, el archiconocido y muy cotizado puro habano de Partagás o de Cohiba por poner solo dos ejemplos.
    Arroz, frijoles, carne...
    • Las gastronomía también es una mezcla africana, caribeña y española, pero con la introducción de los productos locales tales como la yuca, la batata, los frijoles, el arroz y la carne de vacuno y de cerdo. Sus platos típicos son la carne con papas, la ropa vieja, el arroz congris, la yuca con mojo... Y el lugar más interesante para degustarlo en los paladares, casas particulares que ofrecen cocina casera por un precio muy asequible. Pero por lo que más se conoce a Cuba es por su Ron cubano de cualquier marca: Bacardi, Havana Club, el Legendario, el Caney, etc... Con ellos se hacen cócteles famosos en todo el mundo como el cubalibre, el mojito, el daiquiri, el telegrama, el ron Collins...

  • Sus GENTES son instruidas, educadas, alegre y dulces. Ven pasar la vida a otra velocidad, no en vano dicen ellos mismo que la demora es parte del folclore cubano, como pone en algunas de las cartas de sus restaurantes. Es el clima, la cadencia, la cultura, la humedad, la costumbre... Los cubanos no tienen prisa, viven a su ritmo, buscando la felicidad en las pequeñas cosas ya que no tienen acceso a las grandes posesiones. Son muy callejeros, les chifla una buena conversación al atardecer en el Malecón cuando la brisa marina refresca un poco el ambiente. Siempre dispuestos a cantar, tocar y bailar. Por supuesto que una de las cosas que el viajero más debe tener en cuenta es que el cubano es un pueblo pobre, donde abundan los oportunistas. La Habana es un lugar privilegiado, pues atrae turistas y éstos son una fuente de ingresos. Hay mucha policía en sus calles y es el país más seguro de América con mucha diferencia, pero como en todas partes hay gente que trata de aprovecharse y esa gente se concentra en las zonas más turísticas.
    Los españoles somos todos gallegos y los americanos o anglosajones son los yumas. Sacarle el zumo al yuma es el objetivo de esta gente. hay que ir con cuidado y fiarse del sentido común de cada uno. Siempre que uno va a Cuba le dicen que se lleve ropa, bolis, caramelos y cosas de primera necesidad que los cubanos reciben agradecidos, pero sin pasarse porque hay veces que se sienten ofendidos.
    Jineteras con turistas
    Y otro de los mitos cubanos, que por otra parte si lo buscas lo encuentras abundantemente, es el turismos sexual: las jineteras y jineteros, que de ambos sexos hay en abundancia, que así se llama a las prostitutas u oportunistas que tratan de salir del país en busca de una vida mejor  o ganar un dinero extra con su cuerpo, el único bien que poseen. Desde luego que el que busque este tipo de cosas en Cuba lo va a encontrar, pero no de forma muy diferente a otros destinos.
  • Los PRECIOS hacen de Cuba un país muy barato en cuanto a los gastos propios del viaje: comidas, desplazamientos, compras... Y esa es una de las principales diferencias con el resto del caribe, en especial con Jamaica y Puerto Rico, casi colonias norteamericanas que se aprovechan y abusan de los precios. Cuba tiene tres monedas de uso común: el peso cubano para la población autóctona, el peso convertible para el turista, el dolar, que circula ilegalmente, pero circula y también el euro en las mismas circunstancias. Sea la que sea, bien administrado y sin derrochar, el dinero da para mucho en Cuba.
Monedas y billetes cubanos.

Pues estas son algunas de las razones para viajar a Cuba, en formato breve, pues podríamos ampliar muchísimo en todos los aspectos, pero no nos es posible. Vamos por tanto con nuestros lugares de obligatoria visita, nuestras recomendaciones estrella en la visita a La Habana. Vamos con...

LOS IMPRESCINDIBLES DE LA MALETA

NÚMERO CINCO:

La Habana Vieja.


La Habana Viejo de noche.


Hay tres calles imprescindibles en La Habana, por las que se toma el pulso a la ciudad y donde están los principales lugares de interés:
Leones del Paseo del Prado de La Habana
  • El Paseo del Prado (hoy de Martí) que parte desde el Malecón hasta el Capitolio. Un paseo desde el mar, al estilo español, con un gran paseo al estilo alameda, construido por los dominadores españoles en el siglo XVIII, cuando Cuba era la colonia más rica de la América española. Está hecha de suelos y bancos de mármol, decorado con ocho grandes estatuas de leones de bronce, con edificios de aire neoclásico, barroco y colonial. Salpicada de edificios públicos como el teatro Tacón, hoy Gran Teatro de La Habana, sede de la compañía de ópera y del ballet nacional. Hay cines y los primeros hoteles, como el mítico Hotel Miramar donde acudían los cubanos a bailar. Y al final del Paseo una de las joyas de La Habana, el Capitolio, el edificio más visitado, inspirado y muy parecido al de los Estados Unidos, fue destinado a albergar el poder político. Tiene una fachada con columnas de estilo neoclásico y una cúpula de más de noventa metros de altura. Bajo la misma y en el suelo hay un diamante (hoy en día una réplica del original) de veinticinco kilates que marca el kilómetro cero de las carreteras de Cuba
    Hotel Inglaterra
  • Pero la columna vertebral de La Habana es la Calle del Obispo, que parte desde el Hotel Inglaterra que está junto al Capitolio y el Gran Teatro, y es el decano de los hoteles de la ciudad, uno de los más famosos por ser el lugar de reunión de los independentistas cubanos como Maceo y Martí entre otros, que allí o en el Café Louvre realizaban sus tertulias políticas de alto contenido patriótico. Por su ubicación era el lugar idóneo para acoger a las estrellas de la música, cantantes, escritores, bailarines y famosos de toda índole como Carusso, María Guerrero, Rubén Darío, Lorca y una larga lista. La calle es peatonal y es la arteria comercial de la ciudad, salpicada de edificios públicos como el Banco Nacional o el Museo de Historia Natural o el Numismático. Diseñada estrecha ex proceso para protegerse del sol, es la calle más concurrida de la ciudad.
    Calle del Obispo.
    Cafes con música en directo, edificios coloniales, hoteles famosos como el Ambos Mundos donde se hospedó Hemingway y donde escribió la célebre novela de la guerra civil española Por quién doblan las campanas, lugar del famoso establecimiento llamado La Floridita donde sirven los famosos daiquiris que Hemingway hizo suyos. La calle del Obispo desemboca en la Plaza de Armas, lugar donde se encuentra el Palacio de los Capitanes Generales, residencia de la máxima autoridad española en la isla desde el siglo XVIII, el símbolo de su poder colonial. y de los otros poderes posteriores hasta la Revolución. Es ahora el museo de la ciudad y es una visita imprescindible para entender y apreciar el pasado colonial de la ciudad.
    Templete fundacional
    También en la plaza está su corazón, el Templete, lugar donde en 1519 se fundó la ciudad: Bajo la ceiba, un gran árbol, cuenta la leyenda que se celebró la primera misa en la isla. es tradición lanzar una moneda, darle tres vueltas a la ceiba y pedir un deseo. En la plaza siempre se puede encontrar señoras vestidas de blanco vendiendo maní, ancianas con ropas de vivos colores fumando grandes puros y músicos callejeros aporreando la guitarra al ritmo del son y la guaracha. Un lugar mágico. La Habana más auténtica. Y por último nos encontramos con el Castillo de la Real Fuerza, primera fortificación construida en el siglo XVI para proteger La Habana de corsarios y piratas que atacaban continuamente. Un imponente castillo con forma de estrella y foso, impresionante muestra de la ingeniería militar de la época.
    Castillo de la Real Fuerza y la Giraldilla
    Hoy es sede del museo de la Navegación, pero sin duda al edificio de se le conoce por una pequeña estatua de bronce llamada la Giraldilla que se dice es Inés de Bobadilla, esposa de Hernando de Soto, séptimo gobernador español en Cuba y conquistador de la Florida. Cuenta la leyenda que Doña Inés subía todos los días al torreón esperando ver el barco que trajera de vuelta a su amado. Sin embargo de Soto nunca regresó. Incluso cuando se supo que había muerto explorando el río Mississippi ella siguió esperándolo desde lo alto de la fortaleza durante el resto de su vida, convirtiéndose en un símbolo del amor eterno. es el símbolo favorito de los habaneros y emblema del ron Havana Club.
  • Y la tercera calle es la de los Mercaderes, que parte de la calle del Obispo y está repleta de edificios coloniales y que llega hasta la plaza Vieja, otro de los lugares emblemáticos. la plaza está presidida por la Catedral de estilo barroco y con dos torre-campanario, donde estuvo enterrado a su muerte Cristobal Colón y que es uno de los edificios más bonitos de Cuba, junto con la vecina Iglesia de San Francisco.
Catedral de La Habana


NÚMERO CUATRO

La Habana Fortificada y Revolucionaria.

Al fondo el castillo de la Real Fuerza.
  • La Fortificada. Ya hemos hablado del castillo de la Real Fuerza, pero al otro lado de la bahía era necesario defender la entrada y convertir La Habana en puerto seguro. Para ello, los españoles sembraron de cañones los accesos y construyeron dos grandes recintos, el Castillo del Morro, lugar donde aún se realiza la ceremonia del cañonazo a las 21 horas, con soldados vestidos de época y que recuerda que a esa hora en el pasado, se cerraban las puertas de la ciudad. Otra de las muestras de ingeniería militar de la edad moderna es la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña.
    Allí se asentó el Che Guevara cuando estaba a punto de tomar la Habana y hay un museo dedicado a su figura, con paneles y su fusil en una vitrina. Y junto a la fortaleza un lugar ideal para una vista panorámica de la ciudad es el Cristo de La Habana, similar al del corcovado de Brasil, aunque un poco más pequeño, marca el punto más elevado de las montañas que rodean la ciudad y es un lugar con vistas privilegiadas.
    El acceso se hace a través de un tunel bajo la Bahía que solo se puede atravesar en vehículo. Habrá que coger un taxi o un coco-taxi. Una opción económica y recomendable. recuerden siempre negociar previamente el precio de los desplazamientos.
Fortaleza de San Carlos de la Cabaña

Museo de la Revolución, antiguo Palacio del Gobernador.
  • La Revolucionaria. Pero La Habana también tiene un pasado militar más reciente, el pasado omnipresente y revolucionario que protagonizaron Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, Camilo Cienfuegos y compañía. Hay muchos vestigios de esa época y del castrismo, que aún está vigente, ya que es Raúl Castro, el hermano de Fidel quien rige hoy en día el país. El antiguo palacio del gobernador es hoy el Museo de la Revolución. Es este un lugar interesante, un museo para los conocedores y amantes de la Historia de Cuba. Aunque está mal conservado y muy poco modernizado, vale la pena visitarlo. Hay muchos vestigios pero destaca el barco Granma con el que los revolucionarios llegaron desde Mexico, restos del avión yanqui derribado y que causó en parte, la crisis de los misiles de Cuba, las figuras en cera de los revolucionarios, la camisa ensangrentada del Che que portaba el día de su muerte, figuras en cera de los revolucionarios y sus objetos personales y militares y un sinfín de cachibaches. Un museo muy fetichista.

    La Habana es el lugar donde en cualquier rincón podrán observar
    carteles con temática antimperialista, anti Estados Unidos, proclamas revolucionarias que exhortan a la población a resistir (patria o muerte, venceremos; hasta la victoria siempre; todo por la revolución; la palabra enseña, el ejemplo guía; y un largo 
    etcétera.
Plaza de la Revolución.

Pero la Revolución tiene su propia plaza, un poco alejada del centro de La Habana. Un gran espacio abierto que está rodeada de los edificios de los ministerios y tiene un monumento central dedicado al prócer de la patria cubana, el omnipresente José Martí. Desde aquí Fidel daba sus eternos discursos ante la multitud, actos muy de su agrado y que trataban de reforzar la imagen de pueblo unido que resiste. Lo más conocido de esta plaza es la enorme imagen que hay en el ministerio de industria de la cara del Ché, 

NÚMERO TRES

La Habana de los Habaneros.

Es esta la parte de la ciudad de más difícil acceso, pues hay gran diferencia entre la turística y la auténtica. Pero para conocer bien una ciudad como esta, hay que callejear, salirse un poco de los circuitos y aventurarse (con prudencia eso si) a conocer la realidad del país y de sus gentes.

El Malecón de La Habana
  • El punto central de reunión de los habaneros a la caída de la tarde y buscando el frescor de la brisa marina en el Malecón, especialmente en el punto en el que acaba el Paseo del Prado. Allí comentan el día, se relacionan, ríen, se relajan y por supuesto, suena la música y en ocasiones el baile. Los habaneros viven a otra velocidad y se toman la vida con una tranquilidad que se demuestra en estas ocasiones. Es difícil integrarse para el turista, pero es imprescindible intentarlo. Allí, conversando, conocerá como son los cubanos y que piensan de la vida y del mundo.
Heladería Coppelia
  • La calle 23 es el lugar del ocio nocturno más concurrido. Es muy larga y hay muco locales con música en directo, especialmente concentrados en la parte inicial de la calle, la más cercana a la parte vieja de la ciudad. Aunque lo más conocido de la calle 23 y lo que más gusta a los habaneros es la Heladería Coppelia (inmortalizada en la película "Fresa y chocolate") El régimen de Fidel, para contentar a la población creó esta heladería para abastecer de helados prácticamente regalados a la población y los cubanos lo tomaron como una tradición que aún persiste. Es difícil no ver grandes colas a la puerta de la heladería. 
Callejón de Hamel.
  • El Callejón de Hamel es una calle abierta hace relativamente poco y que ha sido tomado por los artistas callejeros. Arte urbano y música callejera. Un lugar muy concurrido los fines de semana y que ayuda mucho a comprender La Habana de los jóvenes artistas y sus expresiones. En Cuba hay mucho arte y allí se demuestra.
 Restaurante Europa
  • Y la ya anteriormente nombrada calle del Obispo, repleta de cafes para degustar un mojito (el mejor en calidad precio de La Habana para mi gusto el del Restaurante Europa), un lugar donde no verán Starbucks ni McDonalds, donde podrán probar la dulce TuKola y la cerveza local para mitigar los rigores del calor del día.
NÚMERO DOS

La Habana Nocturna.
  • En los años del dominio de la mafia americana, se construyeron grandes hoteles que promovían el juego y el consumo de alcohol. Se montaban cabarets a los que acudían los millinarios norteamericanos en busca de diversión, alejados de los focos. Fue una especie de refugio dorado. Se construyeron hoteles míticos, como el Riviera o el Hotel Nacional que poseé uno de los mejores cabarets de la ciudad, El Parisien, con preciosas bailarinas y bailarines y espectáculos de muy alta calidad.
    Hotel Nacional de La Habana
    Pero el encanto del Hotel Nacional está en su mágica decadencia, un lugar donde el olor a rancio de sus decoraciones y habitaciones no molesta, al contrario, aumenta su interés. es como transportarse a otra época. Dan ganas de ponerse un gorro blanco con cinta negra, unos mocasines y un traje de chaqueta, para volver a la época de Lucky Luciano y compañía. Aunque lo mejor sin duda del Nacional y que aún se puede hacer hoy en día, es sin duda su terraza, de gratuito acceso para el turista, con espectaculares vistas al Malecón y donde se puede degustar cualquier rico cóctel a precios razonables mientras observas la caída del sol. Un lugar imprescindible.
  • Pero sin duda, el cabaret por excelencia, el mejor espectáculo de música y baile de La Habana es el del mítico Tropicana. Lugar visitado por actores y actrices, músicos y bailarines del último siglo. Un lugar básico, de los que aunque sea caro, tienes que pisar y disfrutar. El Parisien está muy bien, pero Tropicana, es Tropicana. Yo recuerdo coincidir con una pareja de mexicanos allí de los que nos hicimos amigos y con quien recorrimos parte de la ciudad en los días posteriores. Y también recuerdo cinco filas más arriba tener al actor norteamericano Eddy Murphy rodeado de espectaculares mujeres, vestido de smoking al más puro estilo estrella mafiosa dejándose ver... Hay muchas opiniones pero yo tenía claro que quería ir y no es que no me defraudó, es que me maravilló. Y poder marcarse unos bailecitos al finalizar el espectáculo en ese escenario es como poder pelotear y echar una pachanga con los amigos en Maracaná. Imprescindible también.
La Floridita
  • Y aún no lo he comentado, pero a la caida de la tarde hay dos lugares en Habana Vieja que se deben visitar. La calidad de la bebida ha bajado un tanto por la demanda, pero es otro lugar mágico que se debe visitar. Me refiero a La Floridita, el mítico local que impulso el Daiquiri, bebida de ron con hielo picadito, el favorito de don Ernesto Hemingway (aún se puede observar la banqueta donde se sentaba y alguna foto de él con Fidel) Caro, pero necesario pedirse un daiquiri allí. Y el otro lugar mítico, el establecimiento más frecuentado de La Habana con mucha diferencia está en una calle lateral junto a la catedral y es el templo del mojito (ron, hierba buena, hielos azucar y soda) archiconocida es La Bodeguita del Medio. Difícil hacerse un hueco en la barra pero necesario.
    La Bodeguita del Medio
    Es una de esas cosas que no le pueden contar. Las tiene usted que vivir y después juzguen si vale la pena. A mi en estos casos me da igual el precio y la calidad (que no es mala ni mucho menos). Si he cruzado el Atlántico, no voy a dejar de beberme un mojito en el templo del mojito. Yo creo que fui todos los días que estuve en La Habana, dos o tres veces por día...


NÚMERO UNO

La Cuba de playas paradisíacas y paisajes tropicales.

Hay alguna playa en La Habana que es aceptable, y Varadero, el destino turístico por excelencia está relativamente cerca. Pero las playas paradisíacas de Cuba, un lugar imprescindible y que jamás olvidarán, están en los Cayos. Desde La Habana se puede ir en autobús, en vehículo particular o en avión desde el aeropuerto José Martí. Cayo Coco, Cayo Largo, etc., como ya hemos dicho antes son ese destino ideal.



Pero Cuba es mucho más. Una excursión muy recomendable es a Pinar del Río, las visitas a fábricas de tabaco y sus paisajes les gustarán mucho. También recomendables la ciudad de Trinidad, Santiago de Cuba, Camagüey y la isla entera. pero esto ya dependerá de su presupuesto. Desde luego, siempre es lo mismo en los viajes... ¡Cúanto más mejor!



En definitiva, un gran viaje a un lugar espectacular y con algo especial que le hace uno de los destinos más increíbles que existen en el mundo.


        Hasta la próxima. No dejen de soñar. 

Pinar del Río


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